domingo, 6 de diciembre de 2009


Necesito toda una eternidad para poder decirte todo lo hermoso que sos, inclusive hasta dudo en que me alcance el tiempo y las letras para poder encontrar la manera de hacerlo (aunque tenga todo un cielo para poder escribirlo).
Con vos nada es suficiente, nunca me conformo con verte un rato, siempre quiero más. Necesito indiscutiblemente veinticuatro horas diarias para poder mirarte a los ojos y entender todo sin la necesidad de palabras, necesito estar con vos, abrazarte y sentir como los latidos de tu corazón me transmiten tanta seguridad, tanta paz.
Vos sos para mí. Logramos ser lo mismo aunque seamos dos personas completamente distintas, nos complementamos. Nos podrán separar kilómetros (o cuatrocientas cuadras), a la noche me podrán agarrar unas ganas incontrolables de acostarme con vos y soñar juntos, podré tener muchos motivos para amarte y otros tantos para extrañarte, ocho meses es mucho pero a la vez es tan poco si me pongo a pensar en la infinidad de cosas que podrán pasar en este aire que nos divide pero que a la vez nos une y cada vez más. Todos tenemos una propósito en nuestras vidas, algo así como una razón que cuando la encontras te abre el camino para ser feliz, es esa persona que te llena de sensaciones hermosas, que te mira y te puede completamente, es quien logra que te sientas tan especial en la profundidad de su mirada, te estimula a seguir, a luchar por lo que queres, el que te enseña a que todo se comparte (incluso la libertad), es quien te enseña a vivir de la manera más linda, quien te enamora con cosas simples y te hace amarlo con todo el corazón. Vos sos mi razón, la única razón que necesito para toda la vida.

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